jueves, 14 de mayo de 2009

Un paseo por la Esgueva (mayo, 2009)

Hacía tiempo que no cogía la bicicleta. Aprovecho un día de fiesta y recorro el sendero verde de la Esgueva. El sendero arranca desde las afueras de Valladolid, pasa por Renedo, Castronuevo y acaba en Villarmentero. Al principio está el nuevo centro de interpretación cuyo exceso de madera evoca arquitecturas de otras latitudes; cerrado por "avería técnica" (sic). Se atraviesan puentes de piedra, el canal del Duero y al menos un antiguo molino convertido en "casa rural". El rio está jalonado por olmos y chopos, y algún que otro almendro de gran porte; han plantado más almendros a lo largo del sendero. En el cauce hay juncos y carrizos.

El camino es llano y resulta agradable el paseo en una mañana en que todavía no hace calor. Se oyen los trinos de los pájaros. El canto del cuco. Las lavanderas boyeras se ven por todo el camino.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Sierra de las Villuercas (mayo, 2009)





















La incursión a la sierra de las Villuercas resultó una sorpresa. Se trataba de explorar una zona entre Cabañeros y Monfragüe, que suponía unas estribaciones más occidentales de los Montes de Toledo. La sierra se apareció espléndida; y en medio de todo, el enclave de Cañamero. Todos estos parajes se encuentran al sur del Tajo y forman un continuo que comienza en la Crestería de Consuegra y acaba en Cáceres.

La carretera 502 desde Talavera de la Reina te adentra en estos parajes. Más allá de Belvis de la Jara se toma la 411 que lleva hasta Guadalupe. El Monasterio se impone en lo más alto al resto del pueblo. El claustro y el refectorio parecen lo más notable aunque este último está dedicado a museo de casullas; las casullas están reñidas con la belleza elemental de esta gran estancia.

Desde Cañamero, y en dirección a Berzocana por una carretera angosta, más al norte, el paisaje se cierra y deja ver un bosque mediterraneo muy particular. En esta parte son muy abundantes los alcornoques y los robles. Soberbios ejemplares de alcornoques exhiben sus troncos desnudos. El matorral que abunda es sobre todo jara y retama; se ve menos romero que en Cabañeros. En los márgenes de un río crecían algunas matas de dedalera. Por una desviación de esta carretera se accede al pantano Cancho del Fresno, antes de llegar está el centro de interpretación (se ve terminado pero sin abrir).

De vuelta a Talavera, cerca de Oropesa, varias parejas de aviones se afanaban haciendo sus nidos en una pared de un bar de carretera. Lo hacían a baja altura; parecían inmutables a la presencia humana.