Hacía tiempo que no cogía la bicicleta. Aprovecho un día de fiesta y recorro el sendero verde de la Esgueva. El sendero arranca desde las afueras de Valladolid, pasa por Renedo, Castronuevo y acaba en Villarmentero. Al principio está el nuevo centro de interpretación cuyo exceso de madera evoca arquitecturas de otras latitudes; cerrado por "avería técnica" (sic). Se atraviesan puentes de piedra, el canal del Duero y al menos un antiguo molino convertido en "casa rural". El rio está jalonado por olmos y chopos, y algún que otro almendro de gran porte; han plantado más almendros a lo largo del sendero. En el cauce hay juncos y carrizos.
El camino es llano y resulta agradable el paseo en una mañana en que todavía no hace calor. Se oyen los trinos de los pájaros. El canto del cuco. Las lavanderas boyeras se ven por todo el camino.
El camino es llano y resulta agradable el paseo en una mañana en que todavía no hace calor. Se oyen los trinos de los pájaros. El canto del cuco. Las lavanderas boyeras se ven por todo el camino.